Hace un par de fines de semana, los residentes del Valle del Cidacos acudimos al rastrillo que se celebra en la plaza de San Francisco, donde la gente pone puestos para vender todo tipo de cosas ya usadas y que no les valen.
Hemos podido ver desde libros antiguos, bisutería, cremas caseras para las quemaduras, juguetes, objetos para decorar y muchas cosas más.
La verdad es que nos ha parecido muy interesante, ya que sacan partido a cosas que ya nos les sirven pero que a otras personas les puede venir muy bien.
Noticia redactada por Teresa Nazar.